Una intervención altruista para inducir genes



¿Qué es la cultura?

La cultura es el rasgo más característico de nuestra especie. Vivimos rodeados de objetos fabricados por nosotros; respetamos normas que nos hemos autoimpuesto y desarrollamos un sinnúmero de actividades que nosotros mismos hemos diseñado. Nada de eso está en los genes. Si un español naciera en Inglaterra, hablaría inglés en lugar de español. El idioma no es genético sino cultural, lo aprendemos de otros individuos.

Los especialistas se refieren a la cultura como la capacidad de aprender imitando a otros individuos. Solo unas pocas especies tienen capacidad cultural: algunos grandes simios, como los chimpancés o los gorilas, algunos mamíferos acuáticos como los delfines y las ballenas y algunas aves, que pueden imitar cantos. Pero donde la cultura realmente estalla es en nuestra propia especie, cuando el lenguaje, primero, y la escritura, después, mejoran superlativamente la capacidad de transmitir ideas.

Si bien ningún objeto cultural particular depende de los genes, la capacidad cultural sí es genética, algunas especies la tienen y otras no la tienen. Aún estamos lejos de saber cuál es la estructura física que construyen los genes para que una especie pueda imitar a sus congéneres, pero igual que la inteligencia, la cultura debe ser un fenómeno que emerge de la conexión de muchas neuronas[1]. Ignoramos qué patrón de conexiones induce qué objeto cultural específico, pero es muy probable que el cerebro sea el soporte de la cultura.[2]

En 1976, Richard Dawkins [3] adelantó una explicación evolutiva de la cultura, similar a la evolución de genes pero con replicadores culturales. Si una especie tiene la capacidad de imitar, entonces existen replicadores culturales que pueden saltar de un cerebro a otro, "parasitándolo" literalmente. Las imitaciones nunca son perfectas y las imperfecciones hacen que los replicadores resultantes tengan mayor o menor probabilidad de copiarse a su vez, parasitando otros cerebros. Cuando el mecanismo funciona durante muchas generaciones, los replicadores culturales más fecundos tienden a asentarse en el acervo cultural y los menos fecundos tienden a extinguirse. Nadie dirige el proceso, solo la fecundidad de los replicadores.

Según el biólogo británico, la evolución cultural está hecha de replicadores culturales que saltan de cerebro en cerebro haciendo copias imperfectas. Los individuos son simples portadores de replicadores culturales. La cultura es una acumulación de diferencias y sesgos en imitaciones sucesivas; y explicar un fenómeno cultural es explicar la causa de esas acumulaciones.

Las razones por las cuales evolucionaron especies culturales aún no están plenamente establecidas, pero resulta evidente que la imitación es más económica que el aprendizaje individual. Las ballenas jorobadas pueden aprender de otras ballenas distintas técnicas de caza  para adaptarse a los cambios en la alimentación [4], pero antes de que la primera aprenda una técnica, muchas deben fracasar en el intento. Una vez que la primera aprende, las demás  dejan de intentarlo e imitan a la primera. La imitación minimiza los fracasos.


Cultura que construye genes

Tanto los genes como la cultura conforman sistemas evolutivos análogos. En el primero, los objetos que hacen copias son los genes y en el segundo son los replicadores culturales. Ambos procesos están dirigidos por una selección natural operada sobre los errores de copiado. Como resultado de esto, los genes pueden evolucionar en nuevos genes y los replicadores culturales en nuevos replicadores culturales.

Entre ambos sistemas la relación inicial es asimétrica: La evolución genética es quien construye la estructura física de la cultura priorizando, muchas veces, ciertos replicadores culturales sobre otros, como es el caso de las aves, que solo imitan cantos.

Tenemos, en resumen, genes que evolucionan en genes, cultura que evoluciona en cultura y genes que construyen estructuras culturales.  La pregunta es evidente ¿Existirán también replicadores culturales que induzcan construcciones genéticas? En la tabla 1 resumimos la situación y coloreamos la pregunta.


Relación entre sistemas evolutivos

GENES $\longrightarrow$ GENES GENES $\longrightarrow$ CULTURA
CULTURA $\longrightarrow$ GENES
CULTURA $\longrightarrow$ CULTURA

-Tabla 1-

La respuesta es simplemente sí, los replicadores culturales también pueden inducir construcciones genéticas [5] y el ejemplo típico es la evolución de la tolerancia a la lactosa [6]

Al igual que todos los mamíferos, los niños humanos sintetizan una enzima llamada lactasa, que les permite digerir la lactosa de la leche. En el pasado, a los cuatro años aproximadamente, el cuerpo humano dejaba de producir lactasa y digerir leche. Se producían, entonces, distintos malestares digestivos, conocidos ahora  como intolerancia a la lactosa, que finalizaban con el destete. Pero hace miles de años esta situación empezó a cambiar.

Algunos pueblos del norte de Europa desarrollaron una cultura ganadera. Criar animales era más cómodo que cazarlos y la leche que producían proporcionaba alimento a los niños liberando a las madres antes de tiempo. Este cambio produjo un proceso evolutivo crucial:  los mutantes que prolongaban la síntesis de la lactasa y su consecuente tolerancia a la lactosa se hicieron de una nueva y provechosa fuente de nutrientes. Cuando los demás alimentos escasearan, consumir leche sería una ventaja. En la actualidad hay evidencias de esta poda selectiva en la distribución geográfica de la tolerancia a la lactosa. 

La lechería es un factor netamente cultural, una costumbre que pasa de una generación a la siguiente por aprendizaje social sin que los genes se enteren. Sin embargo, ese hábito acabó modificando el reloj biológico que dirige la producción de lactasa para que los individuos puedan seguir digiriendo leche más allá de los cuatro años de edad. Una presión cultural que acaba modificando la estructura física del ADN. 

En general, cuando un hábito cultural persiste en el tiempo, modela el medio ambiente que presiona sobre los genes seleccionando las mutaciones más favorables a esa cultura. A este proceso lo llamamos coevolución genético-cultural o teoría de la herencia dual (THD). La idea fue desarrollada de manera progresiva por investigadores como Charles Lumsden, Edward Wilson o Luigi Luca Cavalli-Sforza. En 1985  Richerson y Boyd [7] presentaron una versión actualizada de la teoría y mostraron que la cultura pudo dirigir la selección de los grupos y construir una genética para el respeto a las normas. También es probable que los genes para el lenguaje hayan evolucionado cuando la cultura resultara lo suficientemente intensa para que una mejora en la transmisión de ideas signifique una ventaja reproductiva.

Para nosotros, la  coevolución genético-cultural no es otra cosa que el proceso coloreado en la tabla 1: cultura que induce genes.

En el ejemplo de la tolerancia a la leche, una cultura presiona sobre la síntesis de una enzima, pero en general, la cultura podría presionar sobre cualquier construcción genética y, en particular, sobre la genética para los comportamientos. De hecho hay comportamientos, como el altruismo fraternal, que tienen un soporte genético [8] [9] y no pueden concebirse como resultado de la pura evolución genética; necesitamos una presión cultural actuando sobre la selección de genes.


Tecnología para una genética deliberada

Si existe un proceso natural donde una cultura sostenida puede inducir una genética para los comportamientos, entonces una tecnología avanzada podría intervenir en la cultura de una especie para inducir una genética deliberada. Nosotros mismos podríamos hacerlo en el futuro.

Imaginemos que nuestra civilización ha progresado 10.000 años a partir de ahora construyendo colonias y expandiéndose por el espacio. Entonces usted decide modificar la genética de un pueblo primitivo que habita en un lejano mundo introduciendo replicadores culturales. Su propósito es, por ejemplo, que esa especie desarrolle una genética para el altruismo fraternal con el objeto de que los individuos dejen de pelear unos contra otros cuando, tiempo después, desarrollen una tecnología potencialmente autodestructiva. Usted debería dominar una técnica para saber qué replicadores culturales inyectar a fin de inducir  una genética para el altruismo.

Pero esta idea sugiere también preguntas inquietantes sobre nosotros mismos. ¿Existirá alguna presión cultural extraterrestre que haya actuado sobre la humanidad el tiempo suficiente para escribir cosas en los genes? Si esto fuera así, podrían existir huellas en la evolución de la cultura.

Sospechamos fuertemente que esas huellas están a nuestro alrededor. Y cuanto más rastros buscamos, más huellas encontramos.


Huellas de intervención exógena en la cultura humana

Encontramos elementos consistentes con la idea de que existe una milenaria inyección de replicadores culturales por parte de una inteligencia no humana proveniente del cielo, cuyo objeto es dirigir la coevolución de una genética altruista en nuestra especie a fin de  propiciar la formación de una nueva civilización tecnológica estable en la Tierra.

La hipótesis da respuesta a tres preguntas intrigantes:

  1. ¿Por qué razón una tradición cultural nos transmitió la idea de una entidad inteligente no humana que vive en el cielo, que puede hacer muchas cosas que nosotros entonces no podíamos hacer y que nos enseñó que "el bien" es el amor fraternal?
  2. ¿Por qué razón la prédica de los biólogos y climatólogos sobre un inminente colapso medioambiental  coincide con los antiguos relatos apocalípticos?
  3. ¿Por qué razón la idea de que "el altruismo es bueno" coincide con lo que necesita una especie para superar el peligro tecnológico autodestructivo? ¿Cómo se originó el altruismo fraternal en nuestra especie?

Observemos que cada cuestión se puede sostener con independencia de las otras dos y que nuestra hipótesis responde las tres preguntas a la vez.

Pregunta 1: Tradición natural vs tradición inyectada

Los elementos más sospechosos probablemente estén dentro de nuestra propia cabeza. La tradición cultural judeocristiana (y posiblemente otras) incluye la idea de 

  • que Dios nos ha revelado una doctrina ("existe una milenaria inyección de replicadores culturales por parte de una inteligencia no humana"
  • que nos dice que debemos amar a los demás ("cuyo objeto es dirigir la coevolución de una genética altruista"
  • a fin de integrar un reino que durará por tiempo indefinido ("y propiciar la formación de una nueva civilización tecnológica estable en la Tierra"). 

Una tradición es una sucesión de replicadores culturales que saltan de un cerebro a otro durante generaciones. Nosotros decimos que esa tradición fue diseñada a voluntad por una inteligencia no humana cuyo objeto fue dirigir la coevolución de una genética altruista en nuestra especie. 

El Deuteronomio relata, precisamente, la fundación deliberada de una tradición: "Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios, mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley." (Dt 29:29)Moisés dice aquí que los replicadores culturales revelados al pueblo son un recorte parcial de un fenómeno cognitivo y cultural mayor; que hay cosas que Dios conoce y no son reveladas, pero que las cosas que sí han sido reveladas deben integrarse a la cultura del pueblo para que perduren de generación en generación y los hombres se comporten según ellas. 

Los hechos son más relevantes que la explicación de los hechos. No está comprobado que existan  civilizaciones extraterrestres, pero eso es exactamente lo que enseñamos en el catecismo. Aunque nunca nos hubieran visitado, seguiríamos enseñándole a los niños que una entidad inteligente no humana proveniente del cielo (Dios) nos enseñó altruismo fraternal y que debemos ser altruistas para integrarnos a su "reino" en el cielo. 

Desde la perspectiva ortodoxa, se plantea que un proceso natural impulsado por los sacerdotes, ha dado lugar a una historia exitosa (consultar mapa) que postula la existencia de un reino extraterrestre gobernado por un dios extraterrestre que promueve que seamos altruistas y nos integremos a su reino. Sin embargo, si el propósito de los sacerdotes era consolidar su poder ante los coetáneos, la imposición de que la doctrina se transmita de generación en generación hasta establecer una tradición cultural, no se explica adecuadamente.

Pregunta 2: Presente vs profecías apocalípticas 

Si alguien nos dice qué número va a salir en la lotería dentro de un mes, pensaríamos que está inventando el futuro, pero si dentro de un mes acierta, quedamos perplejos. La anomalía no está en inventar el futuro sino en acertarlo.

Análogamente preguntamos ¿Por qué coincide el presente con el apocalipsis? (¿y por qué nadie se sorprende con la coincidencia?)

El IPCC nos dice que la temperatura ya subió más de un grado como consecuencia de nuestras actividades industriales y que a este ritmo, el futuro inmediato será catastrófico. El IPBES sostiene que debido a nuestras actividades, estamos frente a una inusual reducción de la biodiversidad, tal vez frente a una extinción masiva de especies. La ONU nos dice que luego de crecer aceleradamente durante los últimos 2000 años, el crecimiento humano se está desacelerando debido al choque contra los límites de recursos.

Por su parte, la Biblia incluye una legión de sujetos hablando de un período catastrófico en el futuro muy parecido al presente. Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Oseas, Sofonías, los Evangelios y un libro entero: el Apocalipsis, se refirieron a ello como "el tiempo del fin", "los últimos días", "el final de los tiempos", "el día del juicio", "la conclusión de un sistema de cosas", "la parte final de los días". No fue una referencia menor. ¿Por qué coincide el presente con las profecías apocalípticas?

La coincidencia es muy detallada. Isaías habló de una Tierra gastada y contaminada [10], que languidece y se seca (Is 24:1-6Is 51:6) ¿Cómo podía saberlo hace 2.800 años? ¿Fue casualidad? Varios profetas hablaron de la muerte de un gran numero de  peces, aves y animales terrestres (Ez 38:20), (Os 4:3), (So 1:3) ¿Por qué razón coinciden sus profecías con el actual  aumento de especies en peligro de extinción?

El futuro se puede imaginar pero no se puede acertar. La única forma de explicar el acierto es la casualidad, pero cuando las coincidencias son muchas,  la casualidad deja de ser una buena explicación. Nosotros decimos que las referencias a un futuro catastrófico no fueron profecías sino un insistente y milenario aviso. El aviso de una inestabilidad típica, de algo que ocurre siempre durante la formación de las civilizaciones tecnológicas: la aceleración del crecimiento y el choque posterior. Ninguna adivinanza de dioses omniscientes; solo una predicción particular sobre una ley general: todas las civilizaciones crecen aceleradamente y chocan contra sus mundos cuando desarrollan tecnología, la humanidad está desarrollando tecnología, ergo, la humanidad chocará. Pero para visualizar la generalidad de esa ley es necesario concebir a la tecnología como un fenómeno galáctico y no solo terrestre.

Pregunta 3: El altruismo enseñado vs el altruismo requerido

Si tuviéramos que decidir entre dejar que la civilización colapse en unas décadas por acción de un calentamiento excesivo o apagar el equipo de aire, minimizar el uso de las estufas y dejar el auto en el garaje para utilizar el transporte público durante varios años a partir de ahora ¿Qué elegiríamos?

La supervivencia de una civilización tecnológica depende del comportamiento de su especie inteligente. Las especies que sobreviven son aquellas que priorizan el interés de la civilización antes que el interés personal. Perviven las civilizaciones altruistas.

Para presentar un comportamiento suficientemente altruista durante el período autodestructivo, una especie necesita de una adecuada genética para comportamientos altruistas. Pero esa genética debería estar lista antes del colapso porque el crecimiento es acelerado y el  choque es sorpresivo. ¿Qué factor habría presionado sobre los genes para construir una genética para el altruismo fraternal, miles de años antes de que la inestabilidad tecnológica presionara a su favor?

Cuando trasladamos esa pregunta a la especie humana, tenemos un gigantesco enigma. Sabemos que nuestra especie es la más altruista de la Tierra; que la genética para el altruismo humano no existe en otras especies. Pero ¿de donde salió nuestra genética altruista?

La evolución genética no es suficiente para explicar el altruismo fraternal (priorizar el bienestar ajeno), necesitamos de la evolución cultural. Entonces preguntamos ¿Qué factores culturales presionaron para que, naturalmente, se impusiera y mantuviera una cultura altruista?

La única forma de imponer y mantener una cultura altruista ("el bien es ayudar al otro") que construya por coevolución una genética para comportamientos altruistas antes de que un colapso tecnológico presione naturalmente a su favor, es el credo: "Es bueno ayudar a los demás  porque así lo creo".

La pregunta es, finalmente ¿por qué una cultura altruista transmitida a través del credo actuó sobre nuestra genética cuando priorizar el bienestar ajeno no era adaptativo, hasta inducir una genética altruista que hoy resulta indispensable para la supervivencia de la civilización humana? ¿Fue casualidad? 

No conocemos el teorema (las civilizaciones que sobreviven a su tecnología son altruistas) pero actuamos como si lo conociéramos hace mucho tiempo, con una presión cultural a favor del altruismo fraternal. ¿Por qué?

Nuestra hipótesis también responde esta pregunta. La presión cultural a favor del altruismo fraternal fue inyectada y mantenida a voluntad para inducir por coevolución una genética para los comportamientos altruistas en la especie humana. La estructura inteligente que introdujo la presión altruista sabía que la genética resultante sería imprescindible mucho después, cuando la inestabilidad tecnológica presionara a su favor.


Un plan de intervención 

Si la humanidad fue objeto de una inyección de replicadores culturales para construir una genética altruista, entonces podemos imaginar una previa programación. 

En nuestra opinión, esa programación tuvo dos tiempos. Una etapa prolongada donde simplemente se mantuvo una presión altruista sobre la cultura. Para un hombre, tener relaciones con una mujer que priorizara el bien ajeno (o simulara priorizarlo), era bien visto. Recíprocamente, para una mujer, un buen hombre era aquel que ayudaba a los demás. Más allá de su eficacia, esta presión pudo acumular, a largo plazo, una incipiente genética altruista en la especie humana. No tenemos elementos para decir que esa presión fue mantenida a voluntad, sólo lo suponemos para poder desembocar en la segunda etapa.

En esta segunda etapa, más breve, la especie humana ya es lo suficientemente inteligente como para entender y transmitir un mensaje, más allá de las distorsiones de esa transmisión. Ese mensaje tiene dos elementos ¡simples! 

  • En el futuro, la humanidad vivirá un colapso causado por su propio comportamiento
  • La receta para superar el colapso es el altruismo fraternal

Para transmitir este mensaje a la especie humana, se urdió e implementó un plan de intervención que podemos reconstruir con cierta precisión si suponemos que los textos bíblicos son en realidad una huella de esa intervención.

El plan es este:

Plan de intervención

Fase Descripción de la intervención Referencia Bíblica
1° etapa
Formación del pueblo vector de la transmisión Israel
2° etapa Inyección de un cuerpo doctrinario básico en el pueblo vector Moisés
3° etapa Establecimiento del pueblo vector en el territorio elegido ocupación de la "tierra prometida"
4° etapa Anuncios sobre la cercanía de una inestabilidad típica en el futuro y sobre la inminencia del mensaje final profetas
5° etapaImplantación del mensaje final: La receta para atravesar el colapso es el altruismo fraternal  Jesús
6° etapa Difusión del mensaje final  cristianismo
7° etapa Intervención durante el colapso generado por la inestabilidad típica pendiente

-Tabla 1-

En resumen, creemos que primero se fundó un pueblo; después se le inyectó una tradición; se lo colocó en un lugar por donde otros pueblos pasaran y se "ensuciaran" con sus ideas; después se transmitió el primer elemento del mensaje: "Nos espera un colapso futuro". Luego sigue una vuelta curiosa: no se transmitió el segundo elemento del mensaje sino que se informó sobre la llegada de un mensajero con ese segundo capítulo: "La receta es el altruismo fraternal". Luego llega el mensajero y transmite la idea completa: Nos espera un colapso y para superarlo es necesario adoptar comportamientos altruistas. Sigue la difusión del mensaje y está pendiente el desenlace.

El detalle de este "plan de intervención" y de las citas bíblicas en que se sustenta está desarrollado en esta entrada. En particular, las citas acerca de la implantación del cristianismo, según esta teoría de una intervención, están en esta entrada.


¿Por qué?

¿Por qué razón otras civilizaciones tendrían la amabilidad de implementar un milenario y sostenido plan de intervención cultural para desarrollar una especie en que fundar una nueva civilización tecnológica que pueda ser estable y perdurable? Hay dos respuestas para esta pregunta, una larga y una corta.

Respuesta larga: Las civilizaciones que acumulan tecnología crecen aceleradamente, chocan con su medio ambiente y colapsan. Sobreviven las civilizaciones altruistas. Intervienen en su espacio circundante, se tornan muy longevas y se asocian hasta fundar un agregado de civilizaciones muy longevo cuyo objetivo es crear nuevos socios, nuevas civilizaciones tecnológicas estables que se asocien a él. La respuesta es larga porque argumentar todo esto refiriendo hechos y razonamientos, requiere de mucho trabajo (y porque la propuesta final es necesariamente tímida e imperfecta). 

Respuesta corta.  Las células se reproducen para formar nuevas células; los organismos formados por muchas células se reproducen formando nuevos organismos y los grupos de humanos se escinden formando dos o más grupos humanos. Del mismo modo decimos que las civilizaciones tecnológicas estables se reproducen formando nuevas civilizaciones tecnológicas estables. Formar una nueva civilización tecnológica estable es una operación que puede durar miles de millones de años. Esta respuesta es intuitiva; simplemente mostramos la analogía con otras estructuras que también se reproducen.

Hay otra respuesta, pero difícilmente fuera comprendida sin un razonamiento previo  (yo no la entendería). Esas civilizaciones lo hacen porque tienen una antiquísima necesidad genética y cultural de propiciar el bienestar de todo lo demás, y nuestro mundo forma parte de ese todo. Una gran tecnología al servicio de una genética altruista podría producir lo que estamos sosteniendo aquí: gigantescas y cuidadas intervenciones culturales en mundos primitivos para propiciar nuevas civilizaciones altruistas.  

En resumen, decimos que, tal vez, lo estén haciendo solo por amor. 


 ___________________

[1] Delius, J. (1991) The nature of culture. Chapman & Hall
[2]
Sería interesante construir distintas redes neuronales artificiales y someterlas al mismo aprendizaje para ver de qué forma se asienta la misma capacidad en distintas estructuras inteligentes.
[3] Dawkins, R. (1976) The Selfish Gene. Oxford University Press
[4] Allen, J; Weinrich, M; Hoppitt, W; Rendell, L.  (2013) Network-Based Diffusion Analysis Reveals Cultural Transmission of Lobtail Feeding in Humpback Whales. Science, Vol. 340
[5]https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/04/140414_future_salud_genetica_cultura_evolucion_gtg
[6]Itan Y, Powell A, Beaumont MA, Burger J, Thomas MG (2009) The Origins of Lactase Persistence in Europe. PLOS Computational Biology 5(8): e1000491.
[7] Boyd, Robert; Richerson, Peter (1985) Culture and the Evolutionary Process. The University of Chicago Press.
[8]Jorge Moll , Frank Krueger y Roland Zahn, Matteo Pardini, Ricardo de Oliveira Souzay Jordan Grafman. (2006). PNAS 103 (42 ) 15623 - 15628
[9]Martin Reuter, Andrea Felten, Sabrina Penz, Anna Mainzer, Sebastian Markett, and Christian Montag. (2013) The influence of dopaminergic gene variants on decision making in the ultimatum game. Frontiers in Human Neuroscience
[10]https://www.bibliatodo.com/la-biblia/Valera-contemporanea/isaias-24
  (consultado el 16/4/23)



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Una intervención altruista para inducir genes por Cristian José Caravello se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.

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